Cuando un periodista hace una pregunta incómoda a un político francés, este suele usar la retórica hablando de futilidades y otros temas, de manera elegante, con el propósito de evitar la pregunta impertinente. Esa actitud molesta tanto al público televidente como a los periodistas. Se dice entonces que el político en cuestión tiene "lengua de madera". Ejemplo:
Ces hommes de gauche ont une langue de bois bien pointue et ça, ça m'enerve beaucoup !
¡Esos izquierdistas gustan de hablar elegantemente, yéndose por las ramas, y eso me irrita mucho!