Una situación que llena de alegría a muchos padres cuyos hijos o hijas que se han casado con un ciudadano de Francia, es que venga la pareja de visita al país para conocer a la familia hispana.
Esta alegría puede generar un cierto estrés en ambas partes, ansiosas de quedar bien los unos con los otros. Ambas sienten cierta preocupación por la barrera del idioma y por la diferencia cultural.
Sobre todo, es la familia hispana la que se preocupa más. Teme cometer errores al recibir a la nueva familia francesa. Teme ofenderla sin querer, o incomodarla.
Te daré algunos consejos para recibir a tu nueva familia francesa en tu hermoso país. Como ya tienes los consejos de tu hijo, hija, hermano o hermana, sobre tu familiar francés. hablaré solo de algunos detalles culturales que a pocos se nos ocurre tomar en cuenta.
ADVERTENCIA
No todos los franceses son iguales. Cada uno tiene su personalidad, y es muy posible que algunas de mis observaciones no correspondan a la manera de ser de algunos.
PRIMER CONSEJO
Debes asumir en tu mente que existe una diferencia cultural entre tú y tu nuevo familiar francés. Esa diferencia no se limita a gustos y costumbres sino que incumbe la mentalidad, la manera de ver el mundo. Esa diferencia de mentalidad es la que genera los malos entendidos, más que cualquier otra cosa.
Date el tiempo de entender a tu nuevo familiar. No te sorprendas si hace o dice algo que para ti es chocante, pues para él o ella no lo es. Tómalo con buen humor. La sonrisa es el lenguaje universal de la humanidad. Más tarde puedes preguntarle a tu hijo(a), hermano(a) para que te explique, y así vayas entendiendo su manera de “funcionar”.
¿Tratarlos de VOUS o de TU?
Por regla general, se trata de vous (usted) a las personas que no se conoce o que nos presentan por primera vez.
Sin embargo, cuando existe algo en común entre las personas, como ser familiar, colega de la misma profesión u otro, el tutearse suele darse más rápido, aunque va a depender de la edad de la persona y de su manera ser.
La gente mayor, en general, está acostumbrada a tratar y a que los traten de vous, pero no todos. Le puedes preguntar a tus suegros si se pueden tutear (On peut se tutoyer ?) Si no te dicen nada es porque no quieren que los tutees; al menos por ahora.
Con los yernos, nueras, cuñados, etc, el tutearse puede darse más rápido, pero por precaución, siempre es bueno preguntar.
SEGUNDO CONSEJO
Recíbelo con mucha alegría, pero que tu amabilidad sea graduada. Es decir, no lo atiborres de gestos de amabilidad a cada rato, ni lo fuerces a ir todos los lugares que te gustaría que él o ella conozca. Los franceses aprecian mucho el calor humano y la generosidad, pero en exceso, puede incomodarles y hasta fastidiarles mucho. Necesitan sentirse libres.
TERCER CONSEJO
Para toda invitación que quieras hacer para visitar un lugar hermoso de tu país, o para comer en un buen restaurante, siempre debes preguntarle, proponerle, no imponerle. Puede que sí le agrade la idea, pero él o ella espera que se lo propongas, que le preguntes si está de acuerdo.
En la cultura francesa, siempre se pide el permiso o la aprobación de la otra persona para cualquier cosa. A muchos hispanos les parece exagerado, pero así funcionan por lo general, los franceses
Un ejemplo simple:
En muchos países latinoamericanos, en un almuerzo o cena, no se pregunta al invitado si quiere comer tal o tal cosa, simplemente se le sirve con alegría, asumiendo que él o ella, nunca va a pedir por respeto, timidez o cortesía, pero que sí tiene ganas de comer nuestra comida.
En la cultura francesa es al revés. Siempre se pregunta si desea, si quiere más, si le apetece. Servirle sin preguntar es casi como una falta de respeto, sobre todo si no le apetece comer lo que le ofreces.
Lo que puedes hacer es presentarle el plato describiendo los ingredientes (tu familiar hispano te puede servir de intérprete) y proponerle si le gustaría probarlo.
CUARTO CONSEJO
Déjale espacio para su vida privada, tiempo para que haga lo que desee. Muchos franceses gustan de leer tranquilos. No siempre querrán salir a pasear.
No te sorprendas si tu familiar francés “te desaira” ante una invitación tuya para salir. Si no tiene ganas, está cansado o quiere simplemente leer, te dirá que no. Aunque es posible que acepte por “quedar bien con los suegros” o por presión de su cónyuge hispano, pero se incomodará.
QUINTO CONSEJO
Tanto tú, como tu familiar francés, están dispuestos a hacer el esfuerzo de llevarse bien con la familia. Cada uno a su manera, lo que de por sí, es ya algo muy positivo. No te debes preocupar tanto de cometer errores. Es casi seguro que ocurra una que otra situación incómoda para ambos, pero tanto tú como tu familiar francés están dispuestos a aceptarla o tolerarla. Después de todo, se trata de una corta estadía.
FINALMENTE
Espero que este pequeño artículo te haya brindado un poco de perspectiva.
No lo he dicho todo, por lo que si tienes alguna pregunta, escríbela haciendo clic aquí.
Bonne chance et bon courage ! ;-) Nelson